17/12/10



Dedicado con todo mi amor a Mary



Siento que las cosas buenas a nivel afectivo que te entrega la vida o para puntualizar mejor esta dedicatoria, “muy buenas”, vienen de forma natural como sin darte cuenta, en silencio, sin esperarlo ni buscarlo. La existencia como de costumbre con sus entresijos misteriosos te pone en tu camino a muchas personas con las que convives e intercambias energía, pero sin saber porque te sientes a gusto con solo determinadas personas por muy distintas a ti que sean o parezcan.

La amistad con la sabiduría y garantía que la otorga el tiempo da una semilla invisible que echa sólidas raíces en tu corazón y te brinda su bello fruto, ese del que yo gozo teniendote conmigo mi querida Mary. Tu amistad es la que me asegura que pase lo pase estarás eternamente presente en mi vida y en mi corazón acompañándome, que me apoyas y atiendes sin condiciones y siempre con generosidad me tiendes tu mano cuando la necesito; a la que tampoco le importa llamar a mi puerta sin yo a veces tocar la suya, y la que siempre entrega sin esperar antes nada a cambio, así es eres tú Mary, de las personas de verdad, para siempre aquí y en la eternidad.

Hemos pasado y pasaremos momentos entrañables, divertidos, duros, cotidianos pero siempre juntas, sé que aunque miles de kilómetros de distancia nos separen físicamente, nosotras y nuestro cordón umbilical que hace nuestra amistad nos une en alma, te confieso que tu abrazo de amiga es como el de mi madre, lleno de amor y generosidad, al fin de cuentas a todo se reduce la esencia de lo supremo, “al amor”, ingrediente indispensable en cualquier relación sana como nuestra AMISTAD.

Me guardo de tus poemas en especial el de RECUERDOS, como te dije está escrito también para mí pese a su tiempo, me identifico con tu sentir y especialmente tomo nota del mensaje profundo sobre el transcurso de la vida y su tiempo, ese caprichoso que se muestra lento pero que un día al despertarte refleja su peso y velocidad.

Aprovecho el tiempo y lo valoro, como aprovecho y valoro tu presencia, aunque sé que en los sentimientos puros no existe el tiempo, en este momento y en esta vida es lo que nos marca el ritmo de la existencia, esa que se me hace más dulce con tu persona en mi vida.

Mary me tienes siempre con los brazos abiertos y el corazón lleno de amor y gratitud mi querida amiga, te doy las gracias por todo lo que me has ayudado y dado desde el momento que nos conocimos, eres una persona excepcional y bella en todos los sentidos.

Un beso eterno y te quiero mucho, creo que más de lo que pienso.


Gracias por ofrecer a esta pequeña estrella un sitio en tu inmenso cielo de luz.

Nuestra fecha mágica
Cita el día 15 de septiembre de 2015 en nuestro rincón de tantas ocasiones, ya verás qué sorpresas más felices nos deparará hasta entonces la vida.

23/11/10

TÚ Y YO

Soy lo que es tuyo, lo que me confiere tuya, ahora sobra que te amo por encima de todo, de cualquier persona, de mi ego, mi cuerpo, sentimiento, vida y hasta de lo inalcanzable con esta razón; has estado siempre a mi lado y tantas veces te he ignorado y evitado, que reconozco que te abandoné y olvidé, aunque mis labios te mencionasen frívolamente con admiración.

Me has guiado con tu luz siempre que te negaba con ojos cerrados, y ahora comprendo el sufrimiento que me calaba como agua de soledad, y tú seguías estoica e inherente a mi puerta para que te sintiese siempre a mi lado.

Me has respetado y consentido todos los desaciertos, caprichos y desconciertos, a veces optaste por hablarme y aconsejarme pero no tenía oídos para tu voz, esa tan mía e imperceptible antaño, otras callaste y te hiciste sombra de mi camino, pero siempre a mi lado, cuidándome y protegiéndome en silencio, me acompañaste fuera del tiempo y con resignación aceptaste la demora de nuestro reencuentro.

Por fin, me tienes aquí, toda tuya y siempre eterna a tu lado, desde el momento que nací siempre a mi lado y yo tan solo tuya, ahora te recuerdo y convergemos por el espacio eterno y sereno de tu pureza que es la mía.

Contigo ahora lo soy todo, porque te reconozco en mi y eres mía, nada me importa salvo tú, “tú y yo”, “yo y tú”, estrechamente ligadas en tan solo una… tal vez ¿sustancia?, o acaso ¿energía?...que más da, somos nuestras.

11/11/10


UN CUENTO DE ADVERTENCIA SOBRE PRÍNCIPES DE COLORES.

Erase una vez una joven y bella doncella un poco perdida que un día se encontró con lo que creía que era su príncipe azul rescatador, rápido deseó que fuese suyo y el supuesto príncipe no tardó en admirar sus encantos y declararse de rodillas; ésta conmovida, feliz y agradecida le entregó su vida y persona al instante.

Pero no pasó mucho tiempo para que la doncella recibiese señales contradictorias respecto a su príncipe azul, ésta se resistía a interpretarlas y decidía día a día hacer caso omiso a las mismas. Las primeras llegaron de forma sutil, como al notar que a veces al abrazar al príncipe su piel se hacía húmeda y escurridiza entre sus brazos, aquello la producía sensación de escalofrío como si abrazase al vacío, pero la doncella no le daba importancia y lo pasaba por alto con una sonrisa; más tarde un día que el príncipe estaba molesto la lanzó una especie de croar horrible sin venir a cuento, esto ya la confundió más profundamente pero le perdonó porque le amaba. Más adelante observó como los ojos del príncipe se transformaban en saltones globos enrojecidos de cólera cuando algo no resultaba como deseaba, así sucesivamente, hasta que todo esto comenzó a ser el colmo del malestar y el desconcierto para la joven, incluso llegar a tener todo el día una especie de olor extraño y desagradable como agua estancada al estar a su lado.

Claro y obvio que todo esto dejó a la doncella en nada de tiempo confundida, agotada, triste y con una sensación de sin vida, al fin y al cabo como una puerta abierta de par en par le dio la llave de su existencia y el supuesto príncipe la cerró de un salto y la doncella descubrió entonces por su torpeza el sufrimiento por desamor.

Pero como todos los cuentos tienen que tener un final más o menos feliz, prosigo narrando sin mentiras ni añadiduras que la joven doncella pese a todo se resistió con fuerza a abandonar al anuro (porqué resultó que el príncipe era una rana o sapo después de claros indicios, que por cierto no tienen cola en estado adulto y con esto sobran palabras), y siguió aguantando, soportando y buscando en el sapo alguna reminiscencia del príncipe que nunca hubo.

La pobre doncella en este tiempo no tuvo vida porque se la entregó al sapo y este error tan solo real de pensamiento la creo más atadura y amargura, pero hubo una cosa que ella pasó por alto y fue su salvación "su alma", ella jamás la compartió con él porque ésta se resistió y por ello le enviaba señales de advertencia tan tempranamente para avisarla de la equivocación.

Así que ardua de valor un día su alma se reveló por fin y la despertó de sopetón de su ceguera, como por arte de magia se inundó de luz y recuperó la semilla de su vida al descubrir al real sapo sin vuelta atrás y desde entonces es muy feliz y pregona a los cuatros vientos a todas las doncellas las siguientes recomendaciones:
  • NO CREER A CIEGAS EN PRÍNCIPES AZULES, porque no hay príncipes y menos de colores, solo personas, y algunas por desgracia son verdaderos sapos falsos y peligrosos que te confunden sino estás despierta.
  • SI CREER EN PERSONAS CON EL ALMA DE PRÍNCIPE Y EL CORAZÓN AZUL, que otorgan libertad, amor y dignidad a los que les rodean, "haberlos haylos te lo dice la doncella".

¡BESOS Y NO OLVIDAR AMARSE Y AMAR MUCHO, TAN TRIVIAL Y ESENCIAL COMO RESPIRAR!

18/10/10




¿ESPÍRITUS DE LUCES O LUCES DE ESPÍRITUS?



Subí las escaleras como siempre descalza del edificio griego erigido con mi nombre, la fachada del teatro Massimo en Palermo es casi clavada, este verano cuando la descubrí me puso los pelos de punta, era casi idéntica a como lo vivo en mis regresiones. Como de costumbre en la inducción soy una niña con larga melena ondulada rubia y visto un camisón de encaje antiguo como de época medieval, en esta ocasión llevo una muñeca de trapo sujetándola con mi mano izquierda, el edificio griego (descrito y sentido por mi como tal) es suntuoso y sereno, al llegar ante sus portones siempre se abren por fuerzas invisibles que yo siento custodiada como por antiguos soldados que siguen allí, fieles y eternos.

Como un ritual penetro a la otra dimensión indescriptible del inconsciente por este lugar, sorteo la entrada y desciendo las cuatro escaleras que llevan al cuadrilátero sostenido por cuatro columnas que se abren al cielo abierto, allí me situó en la estrella dibujada en el suelo de mármol granate y beige, esta vez es la primera que no accedo al otro lado siendo succionada por el suelo sino mirando al cielo que se abre sobre mi, en esta única ocasión no descubro el cielo estrellado del universo sino que veo un planeta sobre mi cabeza, gigante y majestuoso y en ese momento de trance, siguiendo las indicaciones de Teresa debo llegar a un lugar que supuestamente hay unos seres espirituales que me quieren dar consejo.

En segundos y en profunda relajación…

Aparezco en una especie de catedral románica, estoy en la nave central en lo que se llama creo que el coro, allí me topo con religiosos en su mayoría cristianos, van vestidos de negro y morado, entre ellos descubro algún monje tibetano, y meditadores, yo me siento asustada porque siento que me quieren juzgar, Teresa me pide que me tranquilice y salga de allí, ella está conmigo y me toma mi mano de niña y me suelta fuera de ese recinto pues he quedado como petrificada, me pide que vaya al encuentro de esos seres espirituales. De repente me veo en uno de los laterales dentro de la catedral donde se ubican varias capillas, yo miro atrás y veo a Teresa que se ha quedado vigilándome, de repente empiezan a llegar unas luces, como bolas de colores del arco iris, las luces tornan casi siempre forma circular aunque aumentan y disminuyen su tamaño, las veo llegar con una intensidad y vida inusual, son juguetonas y comienzan a girar y serpentear por el pasillo, luego se acercan a mi y se mueven a mi alrededor, yo estoy sorprendida y muy feliz, ellas resaltan enormemente en el lugar por su color y movimiento , cada vez son más o a mí me lo parece, Teresa me pregunta que siento, le digo que de mi pecho sale una luz blanca inmensa que se abre por él y entonces surge el milagro, las luces penetran como jugando por mi pecho y se fusionan con mi luz traspasándome, (está claro que el plano físico no existe), entonces cada luz que pasa en ráfagas de segundos me producen lo primero una sensación de protección inmensa, fuera de lógica y sentido, también de paz, armonía y eternidad. Yo sonrió con la pureza y la ilusión de una niña de escasos ocho años, miro atrás y veo a Teresa muy sonriente observándolo todo, yo estoy que alucino, Teresa me pide que me comunique con ellas porque seguro que tienen que darme un mensaje, le digo a Teresa que se están haciendo diminutas en torno a mi cuello, y acaban formando un collar de luces, las siento protegiéndome fuera de mi.

El mensaje que siento de ellas al despertar es que estoy muy protegida y cuidada a un nivel espiritual y energético, aunque después de ese día tras ciertos acontecimientos acaecidos puedan significar algo más, algo que me reservo por desconocimiento de la razón.

28/7/10



Recomiendo este libro a todos aquellos que quieran lograr y culminar una relación afectiva sana y llena de amor. Para ello el autor (un terapeuta de parejas con 25 años de experiencia profesional), expone lisa y llanamente como el amor sano se basa en la interrelación de tres elementos afectivos imprescindibles, que pueden ser también facetas temporales de un mismo amor:

-El enamoramiento pasional (Eros/amor),
-El amor amistoso y empático (Philia/amistad) y,
-El amor tierno (Ágape/ternura), el que da sin esperar recibir.

Yo personalmente destaco el capítulo del amor agápico, que me fascinó y del cual destaco un extracto que os brindó con todo cariño al final.

Quiero resaltar que en una relación jamás debemos suponer que es lo mejor o lo que necesita la otra parte hacer, pensar, decidir, resolver, etc., las suposiciones son un ingrediente de violencia, nadie sabe mejor que uno mismo lo que precisa y necesita en cada momento, y si en un caso no lo tenemos claro, la pareja sana jamás debe presionar ni obligar a nada, si acaso ayudar, asesorar o guiar, y siempre aceptando a la otra parte, con su libertad y el respeto que merece.

Destaco la necesidad entre ambos de alimentar la comunicación, mostrar el alma, los sentimientos, los miedos, los sueños, los anhelos, etc., porque ello brinda la realidad y la verdad de cada uno y de ese conocimiento se desprende descubrirlo y descubrir por ejemplo como lo que tú necesitas (incluso la forma de amar y de ser amado), no tiene porque ser igual a la que tu pareja precisa o quiere. Ofrécete y complácele a su manera y él a la tuya, sin abusos, con respeto y amor, y ya verás que fácil y natural es.

Otro aspecto relevante es que los tres elementos mencionados para el desarrollo y vida de una amor sano, tiene que tener reciprocidad, por igual jamás se conseguirá si una de las partes no asume y cumple los tres NO (son los cimientos constructivos del amor) que se transcriben abajo. Nunca bajo ningún concepto se deben dejar de acatar, de lo contrario vivirás una situación de violencia y, que conste que no hace faltar llegar a las agresiones físicas o similares para sufrir violencia en el amplio sentido de la palabra, para ello me remito a la indiferencia, a los insultos, a la subestimación, a la prepotencia, abuso de poder, a los castigos, a la manipulación, al abandono, etc.
¡Dios mío, se me ponen los pelos de punta!...
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PARA NO SUFRIR NI HACER SUFRIR (pág. 233)

Niégate a todo tipo de agresión. No conviertas tu relación en un campo de batalla. Puedes crear inmunidad a la violencia en cualquiera de sus formas. Sólo necesitas usar tres NO, negarte a tres cosas pase lo que pase. Puedes escribirlo y firmar con tu pareja el compromiso.
Me comprometo a:

  • NO subestimar el dolor de mi pareja (ten compasión, métete en sus zapatos, camina con sus zapatos).

  • NO agredir a mi pareja de ninguna manera, ni aprovecharme de sus debilidades (tener dulzura, delicadeza, etc.).

  • NO fomentar la indiferencia afectiva, la frialdad, la falta de contacto físico o la ausencia de caricias (expresión de afecto positivo).


El descuido es desamor, no importa la excusa que dés. Nada disculpa el abandono afectivo de la persona que amas. Y si crees que eso te convertirá en dependiente, despreocúpate, hay una forma de cuidado que no es co-dependencia, que va más allá del apego: es el gusto de dar, de hacer el bien a quien amamos. No hablo de sobreprotección, sino de atención amorosa, de vigilancia afectiva y efectiva, para buscar el bienestar del otro. Tampoco digo que tengas que desvelarte como lo hacen los padres aprehensivos. Más bien se trata de estar dispuesto y disponible para cuando te necesite la persona que amas. Tu pareja no es tu hijo ni tu hija, es verdad, pero al amor agápico (el que da sin esperar recibir) no discrimina tan fino, cuando hay que dar se da.

Si sientes que los problemas de la vida diaria te alejan de tu pareja, tu relación está en peligro. En las malas épocas, las buenas relaciones se fortalecen y las disfuncionales (adictivas, peligrosas, dependientes, insanas, violentas, etc.) se acaban. El dolor compartido puede unirte, más que separarte. Si tienen problemas económicos, luchen juntos. Si los echan del lugar donde viven, busquen otro lugar, duerman en la calle, pero juntos. El sufrimiento es menor si se divide en dos. Y si hay una enfermedad en la familia, que sea motivo de unión, de trabajo en equipo. Cada vez que las dificultades afecten a tu pareja, recuérdale que no está solo o sola, que no eres un desertor o desertora y que puede contar contigo. Un amor completo no se agota en el placer del sexo, ni en la alegría de que el otro exista, necesita estar listo para el sufrimiento compartido. El amor agápico se reafirma en el dolor que la vida obliga.

Verdad que sobran los comentarios… Un beso y amaros mucho porque así seréis amados y amareís.

29/6/10

Dedicado a la "Marquesa" y a la maravillosa tierra escocesa, por la gran similitud persona/lugar que tienen para mí.
¿Cómo se explica que un pueblo tan orgulloso como el escocés eligiera una planta tan simple como símbolo nacional? En realidad, no se sabe. Cuenta la leyenda que una partida de combatientes escoceses dormidos se libró de ser atacada por unos vikingos cuando uno de estos pisó un cardo con los pies descalzos: sus gritos alertaron a los escoceses, que contraatacaron oportunamente. Como gratitud hacia la planta que los salvó, el "Cardo Guardián", como se le dio en llamar, se convirtió en el símbolo de Escocia.
Foto: Flor nacional de Escocia.

LA MARQUESA

Por la tarde la marquesa mandó decorar el recibidor y los salones con flores frescas del jardín mientras ultimaba los preparativos de la cena que organizaba en su palacete para sus más íntimos amigos. Ella adoraba los pequeños detalles llenos de vida como el olor a flores tiernas, los ventanales abiertos al atardecer de par en par invitando al viento a acariciar con su esencia los cortinajes y todas las estancias, y también por deleite soltaba de sus jaulas a los pajarillos que custodiaban el invernadero, y disfrutaba viéndolos revolotear de libertad mientras ella los pintaba.

Ese día amaneció pletórico de luz sobre toda la campiña verdosa y llena de frescura; a ella el olor a hierba fresca y la inmensidad del espacio abierto que adivinaban sus ojos a través de los cristales de los ventanales la producía una sensación de plenitud, casi como estar en el más allá. Siempre que culminaba la jornada salía al mirador de la escalinata principal para divisar con felicidad sus inmensos prados y su majestuoso jardín.

La marquesa es muy querida en su comarca escocesa, al igual que lo fue su familia aristocrática; su infancia la pasó en Londres hasta que al fallecer su padre pasó con ocho años a la tutela de su abuela materna. Su madre hija única, falleció al nacer ella, y con tan solo veinte años al morir la abuela heredó el titulo del marquesado.

Dicen los que la conocieron de niña que fue con desmesura peculiar y atrevida, danzaba por los campos siempre jugando y bailando extasiada, otras tantas se la descubría por los rincones más insospechados de la fabulosa biblioteca familiar devorando libros (incluso inconcebibles para su temprana edad), e incontables noches se escabullía de su dormitorio a altas horas y amanecía vencida de sueño escondida bajo cualquier mesa de los salones abrazada a un libro.

Sus amigos de niñez fueron los hijos de la servidumbre con los que liaba mil y una travesuras y congeniaba con ellos como una más, jamás quiso ir a un internado de señoritas para fomentar y acrecentar su formación porque quería tener cerca a su adorada abuela; la anciana consciente que no tenía mucho tiempo para disfrutar de su único y más amado ser querido, optó por solventar el problema de su formación con los servicios de una especializada institutriz y un prestigioso profesor de música y otro de equitación.

Ha pasado el tiempo y la marquesa es una bella y codiciada joven aristocrática para los más selectivos pretendientes, pero ella se muestra indiferente a todos ellos. En el palacete la abuela celebró innumerables cenas y fiestas con íntimos amigos y jóvenes de ilustres familias para que su nieta promoviese su vida social, de aquellos eventos surgieron amistades para ella interesante, pero jamás en el plano sentimental ha llegado a enamorarse de nadie.

Es una mujer muy querida, enigmática y misteriosa y, tiene en especial un halo de libertad que te inunda cuando estás a su lado, yo la primera vez que la vi sentí una atracción y fascinación sin igual. Recuerdo que le susurré a mi amiga Margot cuando que me la hubo presentado que me parecía un ser angelical y mágico; ésta muy solemne me respondió que era de otro mundo.

Hoy creo por convicción y tras mi propia experiencia que la marquesa es un ser dotado de un don excepcional e inconcebible a cualquier mente metódica y analítica.

Esta noche la velada ha transcurrido maravillosa y excitante como un ritual, ella nos esperaba como de costumbre apoyada con sus manos en la barandilla de piedra que bordeaba el mirador de la puerta principal, esta vez llevaba un delicado vestido largo de gasa salvaje color ocre con un fajín de seda ceñido a su estrecha cintura; sus hombros encubiertos por una pedrería fina en tonos marrones acentuaban el tono blanco de su piel.

Delicada, elegante y sencilla, en esta ocasión su cabello oscuro se recogía con caprichosos tirabuzones que bordeaban su frente y pómulos; mientras tanto dos bellas perlas en lágrimas pendían de sus orejas como enigmáticos péndulos de seducción.

Después de la cena y un pequeño receso en el salón de música pasamos a un rincón de lectura de la inmensa sala de la biblioteca, allí en penumbra iniciamos la sesión, éramos los de siempre, siete personajes dispares y variopintos de la aristocracia, las artes y la ciencia.

Con la seriedad y necesaria frialdad que nos caracteriza a todos, no caímos en trampas del subconsciente, allí de nuevo retomamos la vida al otro lado del espejo; un escalofrío recorrió al unísono nuestros cuerpos cuando la marquesa entró en trance, entonces la sala se dimensionó de espíritus y sorprendentes mensajes nos llegaron del más allá.

10/6/10















Fotografía de Market (Holanda)...¡Qué recuerdos en alas de mi libertad!

TOMA, TOMATE…

En esta ocasión no voy a escribir un relato, porque ando aún de la Ceca a la Meca con mis preparativos y para ello necesito un cierto compás de pausa, hoy necesito clamar al prójimo y para todo aquél que estas líneas le puedan ayudar, de que la vida es un plan divino, misterioso y siempre acertado al final, (por algo es divino digo yo… ), el caso que pase lo pase, estemos como estemos, pensemos lo que pensemos, hagamos lo que hagamos el resultado en ese momento tiene una explicación, un porqué..., nuestra existencia son situaciones o momentos a veces difíciles que construyen puentes a otras orillas venideras, que a veces ni avistamos o no queremos ver, y que cuando consigues alcanzar, agradeces con todo tu alma a ese Dios o energía suprema por brindarte la oportunidad disfrazada de adversidad, que deriva siempre con esfuerzo en experiencia y consiguiente crecimiento.

Dicho esto, yo en mi caso después de una larga y oscura etapa de pérdida de identidad y otras muchas cosas que no vienen a cuento, pero que gracias a ellas soy ahora la que soy (una mariposa después de un letargo de oruga); ese plan divino que menciono ha culminado en mi nuevo alumbramiento, y aquí estoy renacida, libre y llena de gozo y paz interior, y no penséis que me ha tocado la lotería, ni me he comprado un coche último modelo, qué va, mis recursos son los mismos en el plano material que hace un año, pero en cambio en el plano espiritual los he conectado y estoy potenciando día a día con infinitos e inimaginables dones que llevamos dentro y, tantas ocasiones descuidamos.

Somos sin duda seres inminentemente espirituales, y cuando te alejas de esa espiritualidad que nos hace seres divinos (incluido al más canalla) pierdes la esencia con la vida que a fin de cuentas es tu propia vida, por ello doy especialmente las gracias a Teresa, (eres un sol que me guías y acompañas tanto aquí como allá y tú ya sabes de que hablamos…), está claro que estabas en ese plan divino y me siento una privilegiada de aprender a pasar al otro lado de tu mano.

Doy las gracias a la vida por ser tan maravillosa y exultante, por todo lo que me da, me quita, me devuelve, me compensa, me trae, me lleva, me regala, me enseña, por su eternidad aquí y allá. También a tantas personas maravillosas que me han acompañado, me acompañan y acompañarán en esta andadura existencial, y en especial a mi querida Mary, mi gran amiga y confidente.

Igualmente a otras tantas personas que aunque de forma fugaz su aportación en mi vida estará siempre latente, porque nada ni nadie es insignificante a nuestro paso, salvo a veces nosotros mismos por no ver con luz interior la presencia de tantos.

Lo dicho, que soy muy feliz, como no he creído recordar nunca, que amo la vida, todo lo que me rodea y que me amo por encima de todo y todos, soy dueña y poseedora de un divino tesoro “yo misma”… y creerme que cuando se llega a este nivel, entonces se llega a la realidad de la vida y a la existencia en un plano infinito, sublime e universal.

Un beso a todos los que se acerquen con amor al prójimo y a sí mismos.

10/5/10

MUDANZA

Quiero no perderme en tu nota,
con la dirección de tu corazón
marcada con fluorescente ilusión,
y letra fina de anhelo profundo
iluminada de incipientes deseos.

Te siento, y tú y yo lo esperamos,
te quiero entregar ya sin demoras,
los disimulos y encuentros casuales,
con la luna sujeta por otra noche,
y soltarme como el globo de un niño.

Perdona mi indecisión, esta tardanza,
ya sé de tu cielo de estrellas, recuerda
que a tu lado las tengo siempre que
tus labios húmedos a mi boca acercas,
como un río que desemboca ante vida.

Solo algo de tiempo, para rastrear tu nota
y llegar con coraje a tu puerta abierta,
tibia, segura y repleta de ansía viva,
entonces tomaré tus manos como riendas
para entregarme sin miedos con fuerza.

(Dedicado al hombre que me ha devuelto la ilusión.)

18/1/10

NOTICIA
Esa mañana estaba especialmente contenta y al desnudarse por completo como de costumbre, se llenó de una especie de fuerza; se giró y miró a Alfonso con picardía mientras este se recreaba al ver sus pechos desnudos. Dió un brinco y se aproximó al riachuelo musgoso para juguetear con su pie en el agua, pensó que era el día más señalado para darle la noticia antes de que se hiciera notorio.

Alfonso al verla juguetear supuso lo que podía pasar, y la recriminó su actitud porque temía que se podría dar un trompazo, lo que jamás ella imaginó era que en una de esas intentonas de sentir bajo su pie izquierdo el agua correr sobre la loseta musgosa iba a perder el equilibrio, y caer tendida sobre el riachuelo que discurría.

En un segundo su cuerpo desnudo se deslizó por el suelo erosionado por las aguas del invierno, se estremeció de miedo, sabía que a escasos metros la loseta inclinada finalizaba en una poza profunda de unos nueve metros de altura. Alfonso gritó al ver el suceso, en cambio el temor la enmudeció a ella, se encapsuló en un mutismo interior y cerró los ojos ante un cegador sol que reinaba sobre su rostro como un foco. En un film de menos de un minuto revivió las emociones de toda su vida, entonces relajó insconciente su cuerpo que ya no le pertenecía: pensó que se avecinaba lo peor y, en lo mejor acabar con alguna grave fractura en su esqueleto.

Sintió su cuerpo caer al vacío pero no se movió ni un milímetro, permaneció inerte a propósito por si le aguardaba la muerte, sabía de sobra que en la profunda poza había rocas salientes, nadie jamás se había aventurado a tirarse o bañarse en ella por el riesgo, por algo se la llamaba la poza del Diablo.

Como el despertar angustioso de una pesadilla, emergió de la profundidad de las frías aguas y tomo aire, temió ser consciente de sus movimientos porque no sentía dolor alguno, en segundos abrió sus ojos que habían quedado sellados y descubrió la oscuridad rocosa; mientras, en el vacío como venido de otro mundo escuchó los gritos de Alfonso enloquecido pidiendo auxilio. Estaba agotada y exhausta pero viva, por instinto de supervivencia buscó donde agarrarse porque no podía mantenerse más tiempo a flote sin ayuda, su cuerpo recobró el sentido y volvió a pertenecerle.

Consiguió localizar una abertura en la pared de la roca y metió los dedos de su mano derecha entre unas ranuras, al tanto con su brazo izquierdo estirado se abrazo a ella como amándola por devolverle la vida. Un dolor intenso empezó a recorrer su brazo derecho, como pudo sacrificó todo el esfuerzo en el izquierdo en la ardua tarea de mantenerse a flote.

Inundando el valle con el eco de su nombre apareció Alfonso al filo de la loseta buscándola, ella todavía muda no consiguió articular palabra alguna, se mantenía pegada y oculta bajo la pared, él se temió lo peor.

Al rato cobraron vida sus cuerdas vocales y unos gritos animales salidos de su garganta sucumbieron en todo el paraje, no paró de gritar de miedo, ansiedad, dolor, incertidumbre y ahuyentada muerte, hasta que rompió por fin a llorar desconsoladamente.

Alfonso respiró hondo al escucharla y la suplicó calma, necesitaba buscar ayuda, no había nadie cerca para auxiliarles. Corrió con todas sus fuerzas por el sendero hasta que descubrió a unos excursionistas que dieron aviso al guarda forestal.

Casi más de una hora tardó en llegar la ayuda, en todo ese tiempo ella no paró de llorar, Alfonso no sabía como animarla y consolarla desde lo alto, estaba preocupado porque presentía que estaba en una especie de estado de shok como una reacción de post-pánico.

En el costoso rescate su cuerpo desnudo y tostado adivinaba su gusto por el naturismo, los presentes se tranquilizaron al comprobar la única posible fractura del brazo derecho. Alfonso la abrazó con todas sus fuerzas pero ella estaba como ausente, en el trayecto al hospital un dolor intenso la cubrió sus entrañas y un reguero de sangre emanó sutilmente de entre sus piernas.

Ella supo de inmediato que las noticias se malogran cuando llegan en cartas tardías y se lo reprochó en su alma.