18/2/13


No suspires más por mí,

porque ya no soy suspiro.

Mi justa llegada depende

del instante de tu partida.

 

No alcances el cielo con las

puntas de los dedos.

Sin antes alzarme en la tierra

desde tu centro.



No te preocupes por aquello,

tu mirada velada ya se arruga.

Es en la pureza de mi amor

donde abres canales por tu alma.



Ya estás alcanzado lo alcanzado,

solo observa en la maleza

lo negado y abandonado.

Ahora date libertad para amarlo.