11/10/11


TALLER FUENTETAJA

Trabajo sobre inversión (03-10-2011)




MORALIDAD

Una tarde más, Claudia subió a toda prisa por las escaleras a su habitación, de un portazo cerró la puerta y tiró su bolso y la carpeta de estudios al suelo. Acto seguido se dejó caer boca arriba sobre su cama, se descalzó con los pies; respiró hondo y tomó unos minutos de relax mientras se lamia los labios con excitación imaginando el placer que se le avecinaba.

Transcurrido un tiempo, de un salto se incorporó y decidió escoger la ropa interior antes de ducharse, rebuscó con impaciencia un conjunto rojo de encaje que escondía en la que ella llamaba la Caja de Pandora, una caja camuflada y oculta en el interior de su armario entre mil trapos y vestidos que contenía la ropa que se compraba a escondidas en los sex-shops, al encontrarlo se le iluminó el rostro, era con el que más sexy se descubría.


Mientras se desnudaba juguetonamente se dispuso a encender el ordenador…

En estas tardes de todas sus manías y excentricidades habían dos que eran ya un ritual, la primera echar los cerrojos de casa y el de la puerta de su habitación, sabía que era imposible que nadie apareciese por allí antes de las once de la noche, pero por prudencia se mostraba cauta en tomar todas las medidas necesarias para no ser jamás pillada, la otra, colocar sus zapatillas separadas y frente a la puerta de su dormitorio en señal de vigilancia, con todo esto se sentía suficientemente segura para una vez salida de la ducha transformarse en La Flor Viciada.


Este era su nombre carnal, por llamarlo de alguna manera, con el que todas las tardes conectada a una página de sexo se mostraba en cámara de lo más ardiente e insinuante para calentar al personal con tórridas palabras y obscenidades, tenía muchos seguidores, más de los que podía atender, gratis por supuesto, esto era un juego para ella, un juego secreto que surgió hace dos años por azar, una tarde de invierno que trasteaba por páginas inconcebidas cuando flaqueaba su relación de pareja con Marcos.


Hoy jueves ha quedado primero con Carlo un musculoso portugués afincado en Bruselas que es de lo más divertido y sugerente en temas de sexo, luego con Lobo, un gaditano casado que siempre la insiste en conocerla en persona para que se entere de lo que vale un peine, más tarde con un madurito anónimo que podría ser su padre, y que le encanta por el juego seductor que con ella se monta de hija mala y, por último, un nuevo contacto que le resulta muy estimulante porque la provoca con su órgano tatuado y el rostro tapado, estos son una pequeña muestra del personal de lo más misterioso, variopinto y degenerado que la pone.


Más tarde después de excitarse con ellos un sinfín de veces con sus consiguientes orgasmos, vendrá la noche y caerá recolocarse como Claudia, devolver la ropa a la caja de Pandora bajo cien vueltas de llave, vestirse con el pijama de flores, dar una patada con repulsa a las zapatillas que se interponen para descorrer el cerrojo de su guarida, y que corra el aire de sobra viciado y atrapado, y solo de tarde en tarde sin previo aviso y en algunas ocasiones, cuando eso de la conciencia la empuje a trompicones, se acercará al espejo para contemplar extasiada su trastorno, mientras, sin compasión permitirá que Marcos siga aguardando impaciente la virginidad que ella defiende.





MICRORELATO

FICCIÓN


Bing, bang, bung...los tiros se cruzaban de un bando a otro, Rogelio agitado con su mirada helada en el objetivo daba las dos últimas caladas a un pitillo certero, en un instante un estruendo le echó para atrás, al abrir los ojos el televisor había reventado, maldita sea pensó asustado...me he quedado sin la jodida guerra.