7/11/11

TRABAJO TALLER FUENTETAJA

(07-11-2011)



APERTURAS:


Paradoja: Quién es ella...


Exageración: Imaginar más/menos allá de lo que ves...


Diálogo: Preguntar e indagar en ella...


Misterio: Seducción despierta por descubrir.



PARADOJA
Gritaba que estaba harto y amenazaba que quería ser libre, que un día no muy lejano se marcharía para recorrer el mundo sin dinero ni reloj. Así se pasó con la misma retahíla los días, semanas, meses y años, mientras sentado en su cómodo sillón de su carísimo salón ojeaba su revista preferida el “Coleccionista de Relojes”.

EXAGERACIÓN
En esta casa jamás nadie aceptaba ser invitado, aunque nada más entrar y pisar su pegajoso suelo difícilmente podías ya escapar. Los ácaros pululaban por todas partes y se hacían por su tamaño visibles como en una película 3D, n
i siquiera la luz conseguía penetrar por las costras de roña que habían en los cristales.
Las palabras brillo y brillante estaban ausentes en el diccionario del salón y no por error de página ni de imprenta.
A cualquier lugar que dirigieses tu mirada encontrabas omnipotentes restos de sustancias de todos los tamaños, formas, texturas, colores como si estuvieses descubriendo señales rupestres.
En su mugrienta cocina el encender una llama activaba las posibilidades del 70% de explosión, por la fétida conjugación de basura reconcentrada y de fornidas capas de grasa chorreantes.
Los baños parecían un lugar de tortura con restos de uñas y pelos como para hacer pelucas, la bañera y el lavabo llevaban marcas como los embalses por el agua estancada. Del retrete no cabe mención alguna, tan solo que prefiero pasar antes por un fenómeno de rescate Poltergeist.
En esta casa no hay aroma alguno y mucho menos de un simple hogar.

DIÁLOGO
Jacinta, Jacintaaaa, que se te está quemando las lentejas…vaya vieja sorda ésta mujer. –Gritaba Remedios por la ventana.
Ya vá, tanto gritar ¿qué pasa ahora?… -dijo Jacinta por su ventana.
Pues tú dirás, casi ná...que se te está quemando la olla. -Le respondió con sorna Remedios.
Pero que olla o niño muerto sino no tengo ná en la lumbre. -Contestó Jacinta mientras se remangaba el jersey.
Concholis, ¿entonces de donde viene ese olor a lentejas pegá? -Le preguntó a la Jacinta.
Pues yo no huelo ná y además anda y qué cojones sé… pues mira tú ésta ahora con lo que me viene, con todo lo que tengo que hacer. -Respondió Jacinta malhumorada mientras cerraba su ventana.
Ay, hija qué mal fario tienes, pues te vas a enterar pá la próxima. –Respondió Remedios despechada sin dejar de olfatear como un ratón.

COMIENZO MISTERIOSO
El anticuario la invitó a bajar al sótano donde rebuscando podría encontrar tal vez lo que buscaba. Al descender los últimos peldaños se sintió invadida por un escalofrío, aquél lugar era inmenso y abarcaba toda la planta superior del edificio, la búsqueda le llevaría días o incluso semanas, todo estaba revuelto y desordenado.
Se acercó a una cómoda antigua que estaba a unos centímetros de ella para por un instante apoyarse, el anticuario le preguntó si se encontraba mal, ella con una forzada sonrisa dijo que no.
Sabía que tenía que estar allí, pero su agotada mente no daba para más con las claves de la nota.